REFUNDACIÓN del CAPITALISMO

Reducción del Gasto Público, Copago en la Seguridad Social, Congelación de las Pensiones, Aumento del IVA, etc, etc, son las medidas urgentes que debe adoptar el gobierno español para reducir el déficit del estado. Lo que no se dice es que obligatoriamente estas medidas serán prorrogadas en años posteriores, y que de los 4,6 millones de parados la mayor parte de ellos ya nunca volverán a encontrar trabajo. Es un asunto técnico, ¿cuánto tiene que aumentar el PIB para reducir el paro actual?, y los economistas les dirán que con la estructura productiva española, son necesarios una pila de años que quita el sueño. No es un tema de optimismo o pesimismo, es un tema técnico. Pero no olvidemos que ESTO lo arreglaremos entre todos. De los cambios estructurales específicos que hay que acometer en España, no considero oportuno hablar porque todavía no hay la suficiente libertad ni democracia necesarias en el país. Me referiré a los problemas generales de la crisis financiera internacional de la cual también forma parte España.


Igualmente se debe proceder en Grecia. En los demás países occidentales se debe proceder de igual manera, pero en éstos países en menor medida y gravedad. No vamos a explicar los motivos y razones de las diferencias del caso.

Cuando estalló la burbuja financiera, todo el mundo asustado y reunido el G-20 en Londres, decidieron unas medidas necesarias a nivel mundial para salvar el sistema. De todo lo acordado no se ha hecho nada. Los gobiernos ayudaron multimillonariamente a los bancos, y ahora los mismos bancos piden y exigen que los gobiernos reduzcan los déficit públicos, obligando consecuentemente, a todas las medidas restrictivas que se anuncian para las poblaciones.

El G-20 acordó la eliminación de los paraísos fiscales, la lucha contra la economía sumergida, la intervención por parte de los gobiernos de los mercados financieros, etc, etc. El problema era de tal gravedad que incluso se llegó a afirmar la necesidad de proceder a la refundación del capitalismo.

La realidad es que todavía no se ha hecho nada de lo que se acordó. Si las medidas que se adopten son puramente monetarias y no estructurales, puede volver a aflorar la misma crisis y desde luego se reproducirá en el futuro.

Además, subsisten desde el año 1.945, los problemas derivados del sistema internacional de pagos que tienen como moneda base de los intercambios internacionales al dólar, como moneda de referencia, favoreciendo descaradamente a los Estados Unidos, a pesar de los intentos de algunos países para cambiar dicho patrón por otras monedas. No olvidemos que la crisis financiera global se originó en USA, y que gracias al sistema de pagos internacional exportará parte de su inflación, y curiosamente, hará pagar parte de su déficit al resto del mundo.

Otro factor actualmente activo e incrementado desde la década de los sesenta, es la inmensa magnitud de las masas financieras procedentes de fondos de pensiones, petrodólares, hedge-funds, sistema crediticio-bancario, etc, etc., pululando por los mercados internacionales. El crecimiento inmenso de los recursos financieros a nivel mundial y la globalización de las comunicaciones, han hecho que hoy día, aumente la dicotomía entre la economía real y la financiera y que no estén ligadas entre sí. La enorme masa financiera-especulativa ha distorsionado su relación con la economía real-productiva, sumiendo a ésta en una dependencia de consecuencias impensables, siendo la operativa de la bolsa de valores donde mejor se pueden ver estos cambios.

Estas circunstancias hacían que todo el mundo hablara de la necesidad de reformas estructurales a introducir en el sistema capitalista, e incluso de la refundación del capitalismo, aunque pasado el primer momento y parado el primer golpe de hundimiento, ya no se habla tanto de dichas medidas, pero no por no hablar de ellas son menos necesarias. ¿Qué modificaciones estructurales hay que introducir en el sistema capitalista para que no se vuelvan a producir burbujas financieras?.

Esta pregunta exige una reflexión sobre cómo y por qué se han producido las grandes burbujas o crisis anteriores. Según la Historia Económica, han sido siete las grandes crisis mundiales.

Todas las burbujas han presentado el mismo funcionamiento, lo que cambia es el objeto que las motiva. Así en la crisis del veintinueve fue la especulación bursátil, en la asiática fue la especulativa sobrevaloración de activos y la tremenda deuda exterior americana en la zona, y en la crisis del 2.008 las hipotecas basura y la tremenda especulación sobre los inmuebles. En cualquier caso y siempre, ha sido fundamentalmente la especulación desaforada la que ha producido la Burbuja, aunque haya habido también otros componentes aledaños que han agravado el proceso.

El proceso ha sido siempre el mismo y muy simple. Una desmedida demanda de crédito por parte del público atendida indiscriminadamente por la banca que llegado un momento, se encuentra con dificultades de tesorería ante el incumplimiento de pago por parte del acreditado. Los créditos se pedían para comprar acciones, inmuebles, u otros productos lo más pintorescos que imaginar se pueda, y que se revalorizaban fantásticamente, y que los bancos, también ciegos por el negocio, se aprestaban a fomentar el crédito fácil. Llegado un momento, por un factor externo al crediticio, como puede ser la subida de los tipos de interés, o bien problemas de superproducción y por ello de desempleo, etc, etc, se produce un movimiento de impagos y de pánico, que hace que se produzca una debacle en el sistema financiero que inmediatamente se traslada a la economía productiva, esto es, a la economía real.

Dos han sido las instituciones motoras que han jugado siempre en las crisis: la Bolsa de Valores y los Bancos e Instituciones de Crédito, por ello, será bueno reflexionar sobre ellas. Hay que advertir que las soluciones deben ser mundiales y no nacionales, dada la globalización de la economía.

Algunos economistas piensan que una buena solución sería el cierre de la Bolsa de Valores y la nacionalización de la banca y consecuentemente del crédito. Es un planteamiento extremo, pero sin duda, es sobre ambas instituciones que deben intervenir los gobierno y para ello deben decidir hasta que grado de intervención deben llegar, si se quiere arreglar el problema definitivamente para que no sean siempre los mismos los que arreglen ESTO.

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