EL COLOSO CON LOS PIES DE BARRO

INTRODUCCIÓN.-

El presente trabajo consiste en la recopilación de cuatro artículos, escritos en diferentes años, pero unidos por un mismo hilo conductor: la pérdida progresiva de democracia en el mundo desarrollado y el expolio y permanente dominio de la economía americana a través de sistema internacional de pagos.

Los cuatro artículos son:
“MAS QUE UN CAOS ECONOMICO”. de Fernando Merino, 1.965
“DE HITLER A BUS”. de Federico Farsano, 2.003
“¿UN NUEVO SIGLO AMERICANO?, IRAK Y LA GUERRA OCULTA ENTRE EL DÓLAR Y EL EURO”. de F. William Engdahl, 2.004
“EL EURO, PERDICION DE SADAM”. De Marcel Coderch, 2.005


El primer artículo lo cito por su carácter premonitorio. Hace cuarenta años se pergeñaba lo que iba a ocurrir. Lo grave es que los problemas internacionales del sistema de pagos, siendo de la misma naturaleza, no sólo no se han resuelto sino que se han agravado por la concentración del capital.
Los otros tres artículos tienen carácter diferente pero son complementarios. Farsano detalla muy bien la situación política de la democracia originada por la necesidad de mantener el sistema de pagos, y F. William Engdahl explica muy bien lo acontecido en el periodo de cuarenta años desde mi artículo hasta nuestros días, y que, M.Corderch, abunda en la opinión.
Cuando se habla de las guerras últimas, normalmente se piensa en el dominio del petróleo, materias primas, etc, por parte de USA, y casi nadie piensa que la razón última y más poderosa permanece agazapada, escondida de la opinión pública por desconocida, y es el mantenimiento del sistema internacional de pagos que permite el dominio de unos países sobre otros.

ESQUEMA DEL PROBLEMA .-

Aunque con detalle se explica en los artículos el mecanismo del expolio, aquí haré una pequeña introducción.
Desde la antigüedad, el comercio ha necesitado del dinero para la compra-venta de bienes. La forma del dinero ha sido diferente según los tiempos, hubo una época que se usaba la sal, etc. Pero la cuestión empieza cuando el dinero toma la forma de moneda. El precio de las cosas, su valor, se fijaba en una moneda, y era el propio metal que llevaba la moneda, lo que valían las cosas. Así por ejemplo, una moneda hecha de oro con una aleación de x gramos de oro, valía x gramos de oro. Había monedas de plata, cobre, etc, y cada una valía según la cantidad de metal que tuviera en su composición, y en la moneda figuraba su valor. De aquí surge un concepto muy importante que es la moneda como DEPOSITO DE VALOR, y no olvidemos que es un dinero con forma de moneda metálica.
Así una devaluación de la moneda no era otra cosa que la cantidad de metal puro que tenía la moneda había descendido. Una moneda cuyo valor facial era de 100 pts y tenía x grs de plata, se devaluaba manteniendo el mismo valor facial y rebajando la cantidad de plata en la moneda. Lo mismo ocurría con los otros metales. Por eso había monedas más apetecibles, más caras que otras en razón a la cantidad de metal puro que contenían, esto se llamaba su ley.
La ley de las monedas dependía de la riqueza del que las emitía.
Como el comercio entre los países fue creciendo, el manejo de monedas de ley fue disminuyendo y siendo sustituidas por otras sin ley, y por papel moneda, que es la práctica actual. Si nos acordamos, las monedas llevaban una inscripción que decía: “ El Banco de España se compromete al portador del presente billete a reintegrarle x grs del metal puro en que se basaba el valor del dinero”, o algo parecido. Eran las reminiscencias de los tiempos pasados. Esta fórmula se basaba en la pervivencia de que el valor del dinero era el valor del metal con que estaba hecho.
Dicho lo anterior ya tenemos los elementos para comprender el “Patrón Oro”. Bajo este sistema el déficit que los países tenían entre sí por su comercio, era pagado en lingotes de oro.
El problema surge cuando el volumen de intercambios crece hasta volúmenes de tal magnitud, que no hay volumen suficiente de oro para respaldar los intercambios. Entonces, desde Breton Woods, se acuerda que una moneda respetada y de valor y solvencia indiscutible por todos, va a ser equivalente al oro, y esa moneda va a ser el dolar. Se fija una proporción de un dólar tantos gramos de oro, y tener un dólar es como tener el oro. Fort Knox lo garantiza. Ha nacido el nuevo “Sistema Patrón Cambio Oro”.
Este nuevo sistema va a permitir el Plan Marshall, y que haya una permanente necesidad de disponer dólares por parte de los estados, para poder negociar entre ellos.
¿Cómo tienen los estados dólares?, pues vendiendo a USA, quien como pago de sus compras (Importaciones) no tiene mas que echar mano a la manivela y fabricar papel que se llama dólar y que hace las veces del oro, para que los terceros países puedan comerciar entre ellos. De esta manera USA exporta su inflación y todos pagamos su déficit.
El resto de la historia aparece en los artículos reseñados.
Un aspecto que no aparece en dichos artículos es, con mucho respeto y pidiendo perdón, nada sobre la memez del 0,7% de ayuda a los países del tercer mundo. Es normal que nada digan.
Estos días han declarado la guerra al hambre unos ¿...?, representantes de países de pandereta. No quiero desanimarles pero es mejor enseñar a pescar que dar pesca, y además diría que esa política lleva a que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. No quisiera que este comentario llevara al escándalo, por ello diré a estos gobernantes tan preocupados por la solidaridad y el desarrollo humano que reflexionen sobre lo que tratan estos artículos: El Sistema Internacional de Pagos.
Creo recordar, que por la década de los sesenta-setenta, hubo una propuesta por algunos gobiernos de Sudamérica, que fue desestimada por los beneficiados del sistema, consistente en hacer DEPOSITO DE VALOR las materias primas. De un plumazo se había resuelto el problema del subdesarrollo. Claro, nacerían otros problemas derivados de la pérdida de situaciones de privilegio y de explotación, pero los lagrimeos de todos los farsantes que dicen preocuparles la miseria de la humanidad se habrían acabado. Los países subdesarrollados grandes poseedores de materias primas serían dueños de sus destinos, y una nueva reestructuración del mundo se impondría por necesidad.

CONCLUSIÓN.-

Creo sinceramente que la llamada “Ciencia” Económica no ha conseguido desarrollar ningún país, dentro del cuadro de economía hoy practicada en nuestras facultades, y este era el principal reto hace cuarenta años. El tema de los países emergentes, es otra cuestión que será tratada correspondientemente.

Por último pedir perdón por la longitud del trabajo, pero no lo he podido evitar.

Fernando Merino

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